Presentación.
El
contacto del ser humano con la tierra se ha hecho cada vez más
carente; por moda o ejercicio inconsiente de los actuales sistemas
económicos, ese alejamiento nos hace desconocerla y violentarla.
Esa
estrucutura de alejamiento y separación se repite en todos los
ámbitos de nuestra existencia, es la que provoca que las sociedades,
grupos y comunidades, -urbanas o rurales- se sientan ajenos entre si;
enajenación que, por defensa ante lo desconocido deriva en más
violencia, sutil o declaradamente.
Coatlicue
2.0 es una reflexión sobre la identidad mexicana que partió de
reconocer cómo se constituyen las visiones que nuestros pueblos
tienen de la tierra, cómo las raices prehispánicas han sobrevivido
hasta la actualidad gracias al mestizaje; constante
negociacion de imaginarios y universos míticos -indigenas, europeos
y africanos principalmente- que ganaron y perdieron elementos para
constituir nuestros actuales sistemas culturales.
Entre
los elementos nahuas extraviados a los ojos “mestizos”, el
pensamiento dual constituye una perspectiva para comprender el mundo
más allá del bien y del mal, de asumir las dimensiones de nuestros
actos y pensamientos que son capaces de crear y destruir a la vez. El
temible monolito de Coatlícue, la de la falda de serpientes y collar
de corazones, en su apariencia actual refleja una sanguinaria y
terrible visión mexica del mundo, sin embargo no debemos olvidar que
esa piedra gris, algún día estuvo recubierta de estuco y pintada de
mil colores.
Imaginamos
un hecho mítico fuera de tiempo, la representación del universo, la
Madre Tierra, sobreviviendo entre los escombros de antiguas
culturas, alimentando ciudades, y cuyos hijos se perdieron cuando
quedó enredada entre cables eléctricos. La madre, un mounstro que a
pesar de la guerra ríe.
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